Diplomada en Trabajo Social y especializada en la enfermedad de Alzhéimer y otras demencias, Mónica se incorporó a Augusta en 2009. Sus jornadas están marcadas, en sus propias palabras, por la empatía y el compromiso, aunque lo que más destaca es el aprendizaje constante: de los compañeros, de las situaciones, de las familias y, cómo no, de los pacientes. Un aprendizaje que ella misma se asegura de reforzar a través de cursos formativos de todo tipo que la mantienen activa y conectada.